This site uses cookies.
Some of these cookies are essential to the operation of the site,
while others help to improve your experience by providing insights into how the site is being used.
For more information, please see the ProZ.com privacy policy.
This person has a SecurePRO™ card. Because this person is not a ProZ.com Plus subscriber, to view his or her SecurePRO™ card you must be a ProZ.com Business member or Plus subscriber.
Affiliations
This person is not affiliated with any business or Blue Board record at ProZ.com.
Services
Translation, Interpreting, Editing/proofreading, Software localization, Voiceover (dubbing), Training
Expertise
Specializes in:
Aerospace / Aviation / Space
Astronomy & Space
Archaeology
Environment & Ecology
Geography
History
Journalism
Poetry & Literature
Ships, Sailing, Maritime
Military / Defense
Also works in:
Idioms / Maxims / Sayings
Psychology
Education / Pedagogy
Linguistics
More
Less
Portfolio
Sample translations submitted: 1
Spanish to Portuguese: Superior da delegação Peru – Brasil General field: Other Detailed field: Religion
Source text - Spanish Quisiera comenzar mi pedido compartiendo con usted mi camino vocacional. Mi vocación se empieza a gestar de manera concreta en el año 1999 cuando empiezo mi labor pastoral en Buenos Aires – Argentina, en la parroquia San Pedro Gonzales Telmo y después en la parroquia San Francisco Javier, las cuales estaban a cargo de los padres diocesanos. Allí fue donde nace mi inquietud vocacional, pues sentía que el Señor me pedía una entrega más radical, es así que empiezo mi discernimiento vocacional con el Padre José Ignacio Ferro Terren, quién me acompañará a lo largo de 3 años, ayudándome a clarificar lo que el Señor me pedía, fueron tiempos inolvidables, de oración y trabajos pastorales en diferentes grupos de la parroquia, fui bebiendo y aprendiendo del trabajo de los padres, quienes me fueron enseñando como podía responder en mi vida apostólica al llamado que iba sintiendo. Hice retiros vocacionales con la diócesis de Buenos Aires, los cuales me animaron en gran medida, ya solo faltaba hacer la presentación oficial para ingresar al seminario y decidí volver al Perú a continuar con mi proceso; al venir traigo conmigo las cartas de presentación tanto de mi acompañante espiritual y del párroco de la parroquia donde se decía con claridad todo el proceso que había hecho a lo largo de esos años.
Volviendo al Perú seguí con mi proceso y conocí a los padres Montfortianos, la verdad para ese entonces no tenía mucho conocimiento que era una congregación religiosa, y cuál era lo que los diferenciaba de la vida diocesana con la que yo había trabajado. Solo recuerdo que pregunte al joven que me hablo de ellos si eran misioneros y él me dijo totalmente, pues la idea de la misión me apasionaba pues mi labor pastoral fue misionera allí en esos espacios donde se fue gestando y afirmando mi vocación.
Es así empiezo el proceso de acompañamiento en la congregación de los Misioneros Montfortianos, en el año 2002, haciendo un aspirantado externo que llevó un año de encuentros mensuales con el Padre Jesús Cucho y con los otros aspirantes. En el año 2003 ingreso al postulantado teniendo como formador al padre Daniel Malasquez. Quien me ayudo grandemente, dándome herramientas concretas y sencillas para que yo pudiera responder al deseo de Dios de ser sacerdote. En el año 2005 Ingreso al Noviciado fue una experiencia maravillosa de intimidad con Cristo, con su Palabra, con las enseñanzas de san Luis María de Montfort y un encuentro conmigo mismo. Pero por mi corazón y mi mente siempre pasaba el recuerdo y la nostalgia del trabajo realizado con los padres diocesanos, también la manera de vivir de ellos, pues habíamos compartido mucho, tantos en espacios pastorales como encuentros de fraternidad, y todo esto me había marcado profundamente.
Continuaron los años de formación en todas las dimensiones en un ambiente sereno. Para el año 2011 concluyó mis estudios teológicos, dedicado ese año a la elaboración de mi tesina, que justamente profundizaba el tema de la formación en la vida religiosa. Con mi asesor y acompañante el Padre Javier Uriarte, fuimos trabajando algunos temas con respecto a mí proceso formativo; Fueron tiempos de muchos cuestionamientos, pero también de certezas pues se fue afianzando cada vez más mi deseo profundo de ser sacerdote; ya que a pesar de algunas circunstancias externas e internas en mí caminar, por encima de todo siempre me acompañaba la certeza que mi vocación viene del corazón y el deseo de Dios, por eso seguía adelante a pesar que ya sentía que las estructuras de la vida religiosa no eran muy compatibles conmigo, pues creía que con el tiempo todo iría mejorando.
El día 23 de Octubre de 2011 recibo con gran emoción los votos perpetuos en la parroquia La visitación de Nuestra Señora. Y el día 19 de Enero de 2012 en La capilla San Pio de Petrelchina de Huaycan recibo el Diaconado de manos de Monseñor Norberto Stronman. Enseguida fui enviado a la comunidad de Tingo María hacer mi experiencia de Diaconado previo a recibir mi ministerio sacerdotal. Realmente fui con mucho entusiasmo, es así que busque trabajar todo ese tiempo, a pesar de mi poco experiencia y mis limitaciones. Tanto es así que aun encontrando situaciones adversas en la vida comunitaria, seguía adelante a pesar de algunos desánimos. Me animaba siempre volver al primer amor, a recordar el momento que fui llamado por Dios, volvía a las primeras experiencias que tuve dentro de la Iglesia, pues así yo deseaba vivir mi vida sacerdotal en un futuro cercano. Todo esto que vivía lo compartía con mi acompañante espiritual quien desde lejos me animaba y me daba luces para seguir caminando con serenidad.
El 23 de Julio llego el día tan esperando, fui ordenado sacerdote en la Parroquia La Visitación de Nuestra Señora de manos de Monseñor Adriano Tomasi. Después de ordenado me reintegro a la comunidad de Tingo María, donde permanezco por 7 meses, es allí que por diferentes circunstancias en la comunitaria, dentro de una estructura religiosa, no podía seguir viviendo. Quiero que sepa Padre, que a mí nunca se me hizo difícil el ejercicio del Ministerio, ni la labor Apostólica, pues ello me hace sentir realizado como Ministro Sacerdote. Pero asumo que tengo dificultades en vivir mi ministerio dentro de una estructura religiosa. En diversos momentos de mi experiencia pastoral como sacerdote Monfortiano, he vivido espacios frecuentes en los que mi vida ha sido más diocesana que religiosa y lo más penoso es que en esos momentos no he extrañado los elementos esenciales de la vida religiosa, si no que me he sentido muy tranquilo viviendo de manera diocesana.
Después Pido salir de la selva, por las circunstancias que usted ya conoce. Es así que fui enviado a la comunidad de Huaycan, una parroquia muy Monfortiana, un espacio justo para seguir con mi discernimiento. Estos meses han sido fundamentales en mi discernimiento. Si bien es cierto es una comunidad muy serena, aun así me he sentido incomodo, por algunas actitudes poco fraternas, que en algún momento me llevaron a guardar silencio y encerrarme en mi mismo, a esto se suma que algunas veces no sé toma en cuenta las opiniones de los hermanos, sintiéndome limitado en un estructura de vida comunitaria. Con todo lo que fui viviendo en mi proceso de discernimiento he podido ver con más claridad que mi personalidad se ajusta más a la vida diocesana. Es por eso que ya que no podía alargar más mí proceso, tenía que ser sincero con usted.
De más está decir y con bien lo sabe, que no he tenido dificultades dentro de la congregación, he respetado de corazón las normas establecidas dentro de las comunidades donde me ha tocado vivir.
Padre, estoy muy agradecido por todo lo que he aprendido con los Misioneros Monfortianos, a ellos les debe parte de lo que soy. Pero hoy después de más de un año de discernimiento sereno, acompañado y de mucha oración, quiero responder al llamado que Dios me hace e ir tras el lugar donde Él quiere que le sirva, según el proyecto que tiene para mí.
He llegado a la conclusión que deseo seguir mi sacerdocio con entrega y alegría dentro de la vida diocesana, por eso pido a usted padre Luiz Agusto Stefani que me ayude en los pasos que tengo que seguir en este proceso de salida de la congregación de los Misioneros Monfortianos. Es así que pido permiso para iniciar una experiencia en la vida diocesana de cara a una futura incardinación.
Dejo mi petición en manos de María, Nuestra Señora de la Sabiduría, quien me acompañado muy de cerca todos estos años.
Muy agradecido por todo.
Translation - Portuguese Gostaria de começar meu pedido, compartindo com você meu caminho vocacional. Minha vocação teve início de uma forma concreta no ano de 1999 quando iniciei meu labor pastoral em Buenos Aires – Argentina, na Paróquia “San Pedro Gonzales Telmo” e depois na paróquia “San Francisco Javier”, as quais estavam a cargo dos padres diocesanos. Foi ali onde nasceu minha inquietude vocacional, sentia que o Senhor me pedia uma entrega mais radical. É assim que começo meu discernimento com o Padre José Inácio Ferro Terren, que me acompanhará ao longo de 3 anos, ajudando-me a clarificar o que o Senhor me pedia. Foram tempos inesquecíveis, de oração e trabalhos pastorais em diferentes grupos da paróquia, fui bebendo e aprendendo o trabalho dos padres, os quais me foram ensinando como podia responder na minha vida apostólica ao chamamento que ia sentindo. Fiz retiros vocacionais na diocese de Buenos Aires, os quais, em grande medida, me ajudaram bastante. Só faltava fazer a apresentação oficial para ingressar no seminário quando decidi volta ao Peru para continuar com meu processo; trouxe comigo as cartas de apresentação, tanto do meu acompanhante espiritual, como também do pároco da paróquia em questão com todas as indicações do meu percurso durante aqueles anos.
De regresso ao Peru, continuei com meu processo e conheci os padres “Monfortianos”. Na realidade, nessa altura, não tinha muito conhecimento sobre a congregação, nem o que os diferenciava da vida diocesana com a qual tinha trabalhado. Recordo, apenas, que perguntei ao jovem que me falou deles, se estes eram missionários. Obtive como resposta: totalmente. A ideia da missão apaixonava-me, até porque meu labor pastoral foi missionário, lá, onde minha vocação nasceu e se afirmou.
Foi assim que começou o processo de acompanhamento na congregação dos “Misioneros Monfortianos”, no ano de 2002, com uma candidatura externa, (aspirantado), que levou um ano de encontros mensais com o Padre Jesús Cucho e com outros aspirantes. No ano de 2003, ingresso, (al postulantado), tendo como formador o Padre Daniel Malasquez que me ajudou extraordinariamente, dando-me ferramentas concretas e simples para que eu pudesse responder ao desejo de Deus de ser sacerdote. No ano de 2005 ingresso ao Noviciado. Foi uma experiência maravilhosa de intimidade com Cristo, com sua palavra e com os ensinamentos de “San Luis Maria de Montfort”, assim como um encontro comigo mesmo. No entanto, pelo meu coração e pela minha mente, sempre passava a recordação e a nostalgia do trabalho realizado com os padres diocesanos, tal como a forma como vivíamos, pois tínhamos compartido muito, tanto em momentos pastorais como em encontros de fraternidade, tudo isso marcara-me profundamente.
Continuaram os anos de formação, com toda a tranquilidade. No ano 2011 concluíram meus estudos teológicos com a elaboração da tese que aprofundava o tema da formação da vida religiosa. Com meu assessor e adjunto, o Padre Javier, fomos trabalhando em alguns temas relacionados com meu processo formativo: Foram tempos de muitas questões mas também de certezas, pois foi nessa altura que se consolidou, cada vez mais, o desejo de ser sacerdote; já que, apesar de algumas circunstâncias externas e internas no meu caminhar, no topo de tudo sempre me acompanhou a certeza que minha vocação vinha do coração e do desejo de Deus. Por isso segui em frente, ainda que sentisse que as estruturas da vida religiosa não eram muito compatíveis comigo, pensei que, com o tempo, tudo fosse melhorar.
No dia 23 de Outubro de 2011 recebo com grande emoção os votos perpétuos na paróquia “La Visitacion de Nuestra Señora” e no dia 19 de Janeiro de 2012 na “Capilla San Pio de Petrelchina de Huaycan” recebo o “Diaconado” das mãos do Monseñor Norberto Stronman. Depois fui enviado à comunidade de “Tingo María”para fazer o estágio de “Diaconado” antes de receber meu ministério sacerdotal. Foi, de fato, com muito entusiasmo que trabalhei todo esse tempo, apesar da pouca experiência e das limitações. Ainda que tivesse encontrado situações adversas na vida comunitária, continuava, apesar de alguns desânimos. Reconfortava-me voltar ao primeiro amor, à recordação do momento que fui chamado por Deus. Voltava às primeira experiência que tive dentro da Igreja, pois era assim que eu desejava viver a minha vida sacerdotal num futuro próximo. Compartia tudo isto com meu companheiro espiritual que, de longe, me animava e me iluminava para seguir caminhando com serenidade.
No dia 23 de Julho chegou o dia tão esperado, fui ordenado sacerdote na paróquia da “Visitación de Nuestra Señora” pelo Monseñor Adriano Tomasi. Depois de ordenado, reintegrei-me à comunidade de “Tingo María”, na qual permaneçi por 7 meses. É ali que por diversas circunstâncias na comunidade, dentro da estrutura religiosa, não podia continuar vivendo. Quero que saiba, “Padre”, que para mim, nunca foi difícil o exercício do Ministério, nem o labor Apostólico, porque isso me faz sentir realizado como ministro Sacerdote. Mas assumo que tenho dificuldade em viver meu ministério dentro de uma estrutura religiosa. Em diversos momentos da minha experiência pastoral como sacerdote Monfortiano, vivi frequentemente, ocasiões, em que minha vida foi mais diocesana que religiosa e o mais penoso é que nesses momentos não senti saudades dessas situações essenciais da vida religiosa, inversamente, senti-me bastante tranquilo vivendo de forma diocesana.
Depois, peço para sair da selva, pelas circunstâncias que já conhece. É assim que sou enviado para a comunidade de “Huaycan”, uma paróquia muito “Monfortiana”, um local adequado para seguir com o meu discernimento. Esses meses foram fundamentais no meu juízo. Ainda que fosse uma comunidade muito tranquila e, ainda assim, senti-me desconfortável, por algumas atitudes pouco fraternas, que em algum momento me levaram a guardar silencio e a fechar-me sobre mim mesmo. Acrescento que, por vezes, não se tomam em conta as opiniões dos irmãos e, sentia-me, irremediavelmente limitado numa estrutura de vida comunitária. Com tudo o que fui vivendo no meu processo de discernimento, pude ver, com mais clareza que minha personalidade se adapta mais à vida diocesana. É por isso que já não podia prolongar mais meu processo, tinha que ser sincero consigo.
Não é demais dizer e, sei que o sabe bastante bem, que nunca tive dificuldades dentro da congregação, respeitei de coração as normas estabelecidas dentro das comunidades onde tenho vivido.
Estou muito agradecido por tudo o que aprendi com os “Misioneros Monfortianos”, é a eles que devo parte do que sou. Mas hoje, depois de mais um ano de discernimento, tranquilo, acompanhado de muita oração, quero responder ao chamamento que Deus me faz e ir à procura do lugar onde Ele quer que eu O sirva segundo o projecto que tem para mim.
Cheguei à conclusão que desejo prosseguir meu sacerdócio com entrega e alegria dentro da vida diocesana, por isso lhe peço, Padre Luiz Agusto Stefani que me ajude nos paços que tenho que dar neste processo de saída da congregação dos “Misioneros Monfortianos”. Peço-lhe autorização para iniciar uma experiencia na vida diocesana face a uma futura incardinação.
Deixo meu pedido nas mãos de “María, Nuestra Señora de la Sabiduría”, que me acompanhou de perto todos estes anos.
Muito obrigado por tudo.
More
Less
Experience
Years of experience: 24. Registered at ProZ.com: Apr 2014.